A LA ATENCIÓN DE Excelentísimo Señor Alcalde de Irún y Delegada de bienestar para la ciudadanía.
Muy señores míos
Desde APROIDEG( Asociación Para la Promoción Integral y Desarrollo Económico de Pueblo Gitano) con CIF xxxxxxxx y con domicilio a efectos de notificaciones en calle xxxx número xxx 41020 Sevilla, con personalidad jurídica propia EN TODO EL TERRITORIO NACIONAL y plena capacidad de obrar, me pongo en contacto con usted, como responsable de su localidad y uno de los responsable político del Gobierno de Euskadi, cuya unidad especial Policíal es la Ertzaintza, cuerpo dedicado a la protección de la ciudadanía en sus funciones fundamentales, para denunciar los graves incidentes que han ocurrido hace unos días en su localidad, motivos:
PRIMERO: Que la minoría étnica gitana es uno de los pueblos más perseguidos, así como discriminados de toda Europa desde hace seis siglos aprobándose más de 25.000 normas, leyes, providencias, documentos jurídicos en distintos cuerpos normativos(según el Catedrárico de Derecho de la universidad Complutense de Madrid, Don Antonio Gómez Alfaro), sólo en España, con el único objeto de exterminar a nuestro pueblo, pero a pesar de que ello pudiera parecer cosa del pasado, nada más lejos de la realidad, pues aún hoy vemos innumerables actos de racismo que quedan impunes y que además supone ello una segregación fáctica entre dicha minoría y el resto de la población, teniendo ello como consecuencia sacralización y condena al mayor restraso económico, social político y cultural del Pueblo Gitano, sin contar con el menoscabo integral a nuestra Diginidad como seres humanos.
SEGUNDO: Una vez asentado lo anterior, me dirijo al presente órgano debido a que varias personas de la comunidad gitana de Irún se han puesto en contacto con nosotros debido a la intervención policial tan desproporcionada y llena de connotación racista que miembros de la policía municipal de su localidad ha llevado a cabo haciendo un uso desproporcionado de la fuerza y adoptando medidas NO LEGITIMAS DE GARANTÍA JURÍDICA, es decir, sus agentes han actuado fuera de la legalidad y han menoscabo los derechos fundamentales de los niños gitanos más excluidos de Irún. Saltándose el interés SUPERIOR DEL MENOR y todas las leyes y principios universales sobre la infancia y su protección.
Lejos el deber de velar y garantizar el bienestar de todos los ciudadanos, así como hacer valer especialmente el artículo 14 de la Constitución Española en el que expresamente se dice “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, ellos atancan despiadadamente a esos menores gitanos, no garantizan sus derechos constitucionales, sino que la propia policía es quien comete estos actos bandálicos, que de sobra es conocido que solo actúan así, por SER GITANOS. ESTA ACTITUD Y ESTOS HECHOS NO SE HAN DADO CONTRA NINGÚN MENOR "NO GITANO" EN NINGÚN SITIO DE ESPAÑA DURANTE EL ESTADO DE ALARMA.
Parece que con la llegada del COVID-19, también ha llegado una pandemia encubierta y paralela al mismo, como es el más denigrante y repugnante racismo, y esta afirmación no es basada en suposiciones ni en testimonios, sino en innumerables pruebas videográficas que no están llegando, en el caso actual, adjunto un video que ha sido grabado en su la localidad en Irún, provincia de Guipúzcoa que les solicito que observen.
TERCERO: Tal y como queda acreditado en el video aportado, uno de los policías, con el único objetivo de provocar a los propietarios de los JUGUETES DE NIÑOS PEQUEÑOS QUE SE ENCUENTRAN EN EL PATIO DE UN BLOQUE DE PISOS, comienza a dar patadas a los mismos que a nuestro juicio tiene un doble objetivo, consistente en romperlo y hacerlos inservibles (lo cuál no está amparado en ningún cuerpo legal de nuestro ordenamiento jurídico, sino que es más bien una actuación desmedida y propia de otras épocas que ya superó nuestro espléndido país) y en segundo lugar, el objeto de esta actuación es la de provocar a los propietarios de dichos objetos para que así procedan a salir de sus respectivas viviendas, atemorizar a los niños, denegar el derecho a jugar en el grave confinamiento y por último poder imponerles la correspondiente sanción que según las directrices del Ministerio del Interior, pueden ir desde la desobediencia a la autoridad, resistencia o incluso delitos contra la salud pública.
No obstante, y a pesar de dichas provocaciones, los padres de los menores dueños de los juguetes salen por el balcón a recriminar dicha actuación del Policía y preguntar tal y como se escucha en el video “¿Qué ha pasado? ¿Por qué hacéis eso?” al tiempo que se escucha uno de los menores al que pertenecían dichos objetos llorar de impotencia, Responde con desprecio y tiranía : “ es que no se puede estar en la calle” y continúa arrojando dichos objetos escaleras abajo (más de 20 escalones) con la consiguiente puesta en peligro que ello supone, si en ese momento hubiera pasado algún ciudadano, dentro de las salidas justidicadas en el estado de alarma.
Cuando nuevamente le vuelven a recriminar su actitud hacia el trato que está dando a los juguetes, vuelve a repetir que no se puede estar en la calle, pero la realidad es que dichos vecinos NO ESTÁN EN LA CALLE, EN EL MOMENTO DE LA LLEGADA DE LOS AGENTES, es por ello, que adoptan esta actitud provocadora para que aumente la tensión, pues solamente hay que observar que mientras uno de los policías se dedica a patear, romper y tirar escaleras abajo dichos juguetes, otro se coloca en la puerta del bloque por si alguien intenta salir del mismo.
La actitud de los agentes va más allá, pues al ver que con dicha actuación no obtienen el resultado querido, comienza a ensalzarse en una discusión con la familia que parece ser la propietaria de los objetos que están siendo pateados, arrojados y en definitiva destrozados por parte de dicho agente actuante, con la única excusa de que “ no se puede salir a la calle” sin embargo, la propia familia, vecinos testigos de los hechos entiende que dicha actuación es desmedida, discriminatoria, provocadora y abusiva, pero no siendo suficiente y viendo el policía en cuestión que dicha discusión no tiene tampoco el resultado querido, comienza de nuevo a tirar objetos escaleras abajo con un despotismo que no es propio ni refleja el principio de actuación o intervención policial que dicta la ley (puede apreciarse dicha actuación en el minuto 1:29 del archivo adjunto).
Una vez llevada a cabo esta actitud, es una mujer quien sale a recoger uno de los juguetes, siendo increpada inmediatamente por el policía en cuestión, pero es que ello no es suficiente, sino que, sin motivo alguno, ¡¡¡REQUISA LOS JUGUETES QUE HA TIRADO ESCALERAS ABAJO!!! Y continúa pateando los juguetes, tal y como se escucha en el video, sin que pueda verse.
CUARTO: Una vez expuesto lo anterior, habremos de decir que si bien es cierto que la orden de confinamiento afecta a todo el mundo por igual, y que todos tenemos la obligación legal de respetarlo, NO HAY MOTIVO ALGUNO PARA TAL ACTUACIÓN TAN DESMEDIDA, DÉSPOTA Y PROVOCADORA, pues no hay precedente ni ley alguna que ampare tal actuación, sino más bien todo lo contrario. De hecho el poder confiscatorio de la Administración, se ampara en bajo la comisión de otros delitos, NO SE PUEDE CONFISCAR LOS JUGUETES DE LOS NIÑOS, MÁXIME SIN ENCIMA SON FAMILIAS DE EXCLUSIÓN SOCIAL, SIN RECURSO ALGUNO NI CAPACIDAD DE VOLVERLO A COMPRAR. Dichos juguetes eran la única forma de entretener a los más pequeños, para quienes está siendo especialmente difícil la presente situación, pues como por todos es sabido, están siendo privados hasta de acudir al colegio (por causa de fuerza mayor, por supuesto) donde tienen la oportunidad de jugar con otros niños/as de su misma edad, por ello, la tenencia y disfrute de juguetes es la única forma que tenían de distraerse y hacer más llevadera la dura situación en la que nos encontramos, sin embargo, esto ya no podrá ser así debido a la destrucción y requisa de dichos juguetes por parte de la policía.
A mayor abundamiento en esta cuestión, cabe hacer mención que en otros casos hemos observado mediante videos o noticias que la policía lejos de llevar a cabo actuaciones como la presente, está llevando a casa de niños que cumplen años juguetes, poniendo música infantil o simplemente llevando a cabo actuaciones más acorde con la situación actual.
Por todo lo anterior,
SOLICITO:
1º Que se abra una investigación sobre la despropocionalidad y el mal uso de la fuerza en esta actuación policial, sean sancionados y compelidos a pedir perdón públicamente a las familias, especialmente a los niños.
2º Que procedan a la restitución de los objetos requisados arbitrariamente y procedan a restituir los daños ocasionados a los mismos mediante la compra de juguetes nuevos si es necesario.
3º Que no se vuelva a repetir tal actuación ni con esta ni con ninguna otra familia, los vecinos consternados por la situación quieren tomar medidas más drásticas, empezando por la recogida de firmas para denunciar los hechos judicialmente.
4°De no cumplirse nuestras peticiones, Yo misma, Abogada Colegiada, con número de carnet profesional….. del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla, procederé de forma inminente a denunciarlo ante EL DEFENSOR DEL MENOR, a esos policías a Usted, señor alcalde, y a la Delegada de Policía Local y Convivencia así como al propio Delegado de Gobierno ya que sois los responsables políticos obligados a garantizar los derechos y obligaciones de los ciudadanos y el Defensor del Menor, el máximo garante de la Administración, competente para estos casos.
5°No dudaré en divulgar ésta actuación en los distintas medios de comunicación , para demostrar cómo estos agentes no actúan en el correcto código ético de las actuaciones policiales.
Esperando sus noticias, reciba un cordial saludo.
Séfora Vargas.
PRESIDENTA DE APROIDEG
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