UN ICONO DE INJUSTICIA Y DESALIENTO, UN FUTURO INCIERTO.

Una turba de gentes se dirigía apresuradamente a un sin “rumbo”…niños que se tropezaban y caían al suelo, por la presura con la que iban sus padres…la irrupción de un llanto realmente desolador tras dicha caída… la madre ni siquiera podía socorrer a su pequeño, era más fuerte el miedo a ser “prendida” que el dolor de su hijo. Son lo gitanitos portugueses, que comen gracias a la venta de productos piratas.

Caras y colores tan diversos que conformaban el mayor mosaico cultural y plural que abrigan el recuerdo de  nuestras vivencias gitanas desde antaño.

Los viejos dicen que se está removiendo la historia, ellos lo explican así: “antes cuando la venta ambulante era, lo que era… vivíamos como los reyes…ahora…no sabemos qué hacer”… a veces en vez de estar frente a  una evolución estamos ante la “involución” de nuestros oficios, de nuestras tradiciones, en vez de vivir cada día con profesiones más cualificadas y dignas nos sesgan los derechos y oportunidades.

Estamos en crisis, una crisis que está sumergiendo a nuestras familias al retorno de la miseria…Los grandes stakeholders, las grandes empresas han aprovechado la deslocalización de la producción para aumentar los beneficios, pero una vez más estamos ante la tragedia de no saber adaptarnos al mercado, aprovechamos el monopolio de producción china para ganarle 50 céntimos o un euro a cada producto, esto está llevando a nuestro pueblo de nuevo a la pobreza y a la dependencia de la miseria, el incremento de los productos de primera necesidad, de la vivienda, de todo…hace que los gitanos que vivían satisfactoriamente a través de la venta ambulante regular, vuelvan al sistema de vida de supervivencia. Proliferen la venta de falsificaciones de músicas, películas… falsificación de objetos de lujos…ya puedes comprar un Mont Blanc por 10 euros, un bolso Speedy de Louis Vouitton  por 50 euros, o el último de Loewe, el modelo Safari.

Seguimos ante el desamparo de la no cualificación, ante el conformismo de “hoy hay pa comer”…mañana Dios dirá.

Pero esta vez no somos los  responsable de la Gran Tragedia, seremos culpables de que mediante la competencia desleal no se le gane más de 50 céntimos o un euro a cada producto, es decir no saber aprovechar el bajo costo de los productos para aumentar el beneficio,  pero no somos culpable del monopolio del mercado en general ni de la deslocalización de la producción.

 Y evidentemente… no somos los únicos perjudicados en esto, son muchos los testimonios de los viejos que nos cuentan que antiguamente cuando iban a “emplear” a Alicante, daba gusto vender pieles, comprar calidad en la industria del calzado, se necesitaba mucho dinero para un buen puesto, la media del costo de un buen zapato de piel de señora nacional rondaba los 14 0 18 euros, esto hacía que hubiera un” equilibrio” en el sector del calzado, ya que el precio de venta era mínimo el doble y no se masificaban los puestos dentro del mismo mercadillo, hoy en día, se venden zapatos a euros, plástico sí, pero hay gente que le da igual, han quebrado el 90% de los fabricantes españoles de la industria textil, del calzado, y de todas los sectores en general cuya producción se realizaba en España. Los que han sobrevivido, han deslocalizado su producción a los países subdesarrollados o a China. Allí se trabaja más de 15 horas al día por 3 euros y un plato de comida. Tratar este tema, sería analizar la economía mundial y los efectos de la deslocalización de la producción en general, y ver cómo afectan estos hechos en nuestro sistema de vida.

¿Cómo encajamos este desequilibrio económico en nuestro sistema de vida de supervivencia, o sistema “al día” en el que viven la mayoría de nuestro pueblo, y todas las otras minorías que subsisten gracias al comercio ambulante?… Cada día peor, los motivos principales que más azotan a la economía de las familias gitanas y otros colectivos minoritarios que ejercen la venta ambulante, son por un lado las inclemencias climáticas, meses y meses de caudalosas lluvias han destrozado este sector casi al completo, haciendo imposible que los comerciantes ambulantes afrontes sus deudas, el 40% de los comerciantes ambulantes han perdido sus viviendas... y por otro lado la pésima y oscura gestión que se ha estado llevando a cabo con respecto a la ejecución de desarrollo de la misma, la proliferación desmedida de impuestos, y los abusos continuados de las administraciones locales...la falta de consideración a los AUTONOMOS que ejecutan el comercio ambulante.

Podría   enunciar  los principales factores que frenan el crecimiento económico a nivel mundial, pero   no es mi objetivo en este escrito...más bien puedo hablar de nuestra economía, de nuestros problemas de cualificación profesional, lo cual nos provoca un profundo sentimiento de desesperación…Si la propia economía mundial está seriamente dañada, y las tasas de desempleo en España son dantescas... ¡¡¡cómo vamos a pretender que nuestro pequeñito sistema vaya bien!!! Es como  si quisiéramos contabilizar la arena del mar... nos aumenta la preocupación, no sólo hay que estar preparado, ampliar nuestros conocimientos, cualificarnos, sino que además la realidad que nos rodea es de profunda crisis, es decir, si la situación es cruda para todo el mundo en general, para nosotros los “Gitanos”, más.  Sin mencionar todos los problemas que se nos añaden gratuitamente por ser considerado “un colectivo en exclusión”, y un pueblo completamente estigmatizado y relegado al mayor ostracismo cultural, político, económico, social.

Después de todo, esto de la venta ambulante… Es sin duda un sistema de supervivencia lo que se ha creado, un sistema que no vive ajeno a todos estos agentes externos de la economía, y que cada vez nos afectarán más, pero es el único instrumento que tiene nuestro pueblo “no cualificado” para poder comer, hasta que no se tome consciencia de la grave crisis general, y ellos vean sus necesidades básicas cubiertas, será imposible centrar sus objetivos en la formación. Llega a ser un círculo vicioso, luchamos contra el gran monstruo del racismo, la huella del pasado y sus consecuencias durante siglos, sino contra este propio sistema de vida “viciado”, que un día nos dio de comer y hoy nos hace preso de una incierta estabilidad….Las interminables jornadas laborales, las condiciones climáticas extremas que se viven en la calle, la intensa preocupación por “que comprar para vender”, las dificultades añadidas de la venta ambulante ejercida de forma regular ( multitud de impuestos, precio excesivo en algunos ayuntamientos, abusos de autoridad por parte de quienes gestionan el mercadillo en algunos lugares, casos de racismo), … Por otro lado, la competencia ya no es solo entre los propios vendedores, sino que las grandes multinacionales del textil, aún compran más barato que nosotros y sus precios… casi no tienen diferencia con los nuestros, a pesar de que nuestro margen de beneficio sea muy inferior, y por si fuera poco… también abren sus puertas los días festivos…domingos… y vísperas de buenas ventas… Otro gran e impactante factor; el del aumento de los flujos migratorios descontrolados… muchos van a parar al mercadillo, ellos son los protagonistas de la venta de falsificaciones, la competencia desleal, esto provoca un aumento de la presencia de policías y secretas, con lo cual el clímax del mercadillo se carga de tensión, eso crea una cierta inseguridad a las propias clientas,  las  masificaciones de puestos con la misma mercancía, la venta de productos piratas…Ellos los protagonistas de la venta ambulante irregular, que a la vez perjudican con sus acciones a los que si la ejercen regularmente, por obstaculizar las calles,  provocando enfrentamiento entre los diferentes colectivos…De ahí lo de  “sistema de vida de supervivencia”, sobrevive el más fuerte  en estos casos, aunque la  Teoría de Darwin diga, que el que  sobrevive es el que mejor se adapta a los  cambios, es difícil  e injusto adaptarse a la subsistencia… En realidad, pensar en el futuro de nuestro pueblo… a veces… da vértigo.

Hasta que no  cambiemos nuestro orden de prelación de valores,  seguiremos viendo a muchos de los nuestros huir para que no les requisen las mercancías,  y hasta que el compromiso de los poderes públicos no sea real en cuanto a la gestión del comercio ambulante, la actuación de los  agentes de autoridad sea proporcionada y efectiva, la coyuntura normal será la de  abandonarse a la violencia, a la desigualdad, a la religión política a la dialéctica gitano-payo y por consiguiente a la contribución de una sociedad más injusta y deshumanizada.