sábado, 4 de marzo de 2023

Ensayo sobre Identidad Gitana: si existe un síndrome de Ulises para los inmigrantes, debería existir otro que estudie el impacto de las persecuciones en nuestra salud.

 

 

Séfora Vargas Martín

Ensayo sobre Identidad Gitana


 Hace un tiempo atrás tuve que dejar un curso de la Universidad de Navarra porque para mi entender, la formación y el contenido de muchas de sus asignaturas no tenían el rigor antropológico, histórico ni ético apropiado para tratar los temas de inclusión social de la población gitana. Me tocó analizar una foto del prestigioso fotógrafo Jacques Leonard (era otra parecida que no encuentro ahora) y este fue mi ensayo, completamente contrario al concepto de identidad gitana que ellos me habían dado en los materiales del curso. Sigo esperando a ver si un buen investigador, médico, psicólogo quiera hacerse eco del estudio del impacto que tuvo la historia de las persecuciones en nuestra identidad. Por cierto, EL PROFESOR QUE ME CORRIGIÓ EL ENSAYO, ME LO CALIFICÓ CON UN 10, GRACIAS PROFE SI ME LEES.

Es largo, pero merece la pena leerlo.


FOTOGRAFÍA DEL MEJOR FOTÓGRAFO DE LOS TIEMPOS QUE RETRATÓ Y DIGNIFICÓ A LOS GITANOS DE BARCELONA:   JACQUES LÉONARD


Quiero empezar el ensayo con las palabras de un Profesor y Escritor Evangélico Juan José Santos Rivas, quien se describe a sí mismo como amante de los  temas sociales, la justicia social, la defensa de los derechos humanos, y sobre todo, el anuncio del Evangelio puro y duro. Yo, como evangélica me sentí muy ilusionada al ver que alguien de nuestro entorno espiritual, había escrito un libro sobre el origen de nuestro pueblo, el primero que leí con rigor científico, yo tendría 13  o 14 años. Se titula HISTORIA DEL PUEBLO GITANO, (Almería 1986)

Santos Rivas dijo lo siguiente sobre el Pueblo Gitano: “El Pueblo Gitano es un pueblo enigmático, capaz de sobrevivir a lo largo de los siglos, por constituir una cultura milenaria, cuya máxima expresión entre otras, era la LENGUA, me cuestioné los valores occidentales que tanto defendía y me di cuenta de que para defender un valor positivo, hay que vivirlo y hay que aplicarlo, que antes de dar solución a un problema, hay que vivir el problema, que para vivir el problema, hay que acercarse, renunciar a muchas ideas preconcebidas, y como dijo el Apóstol Pablo;  ser “gentil con los gentiles, judío con los judíos, me sentí gitano con los gitanos y payo con los payos”…Intentando dar la mano a unos y a otros, extender mi ayuda a los que no tenían nada, y servir de puente, no para una integración, que a los gitanos les implicaría una renuncia a muchos de sus valores tradicionales, sino para una comprensión, ello no sería posible si los payos, no reconocen sus culpas”.

Con este maravilloso reconocimiento que encierra tantas verdades, quiero iniciar este ensayo, que tanta importancia tiene por su contexto histórico, social, humano y cristiano.

Estudiar la HISTORIA del Pueblo Gitano, se hace imprescindible para poder entender las circunstancias actuales, para poder entender el retraso y ostracismo económico, político, cultural, social que con respecto a la sociedad mayoritaria, tiene el Pueblo Gitano. Este retraso está constatado en unos 30 años aproximadamente. Si observas la foto, debes comprender que según los ojos de quien mire, así comprenderá y entenderá, incluso verá una realidad u otra. Un observador imparcial pero lleno de prejuicios podría definir la imagen de Jacques Leonard como un grupo de gitanos sucios, tirados en el suelo, en el que la marginalidad forma parte de la identidad. Del ser y sentir. Un amante de la filantropía humana, ve la belleza de esa imagen desde la admiración y la devoción de lo “esencial de la vida”, verá una foto extraordinariamente bella. Jacques, tenía pasión por el Pueblo Gitano porque se casó con una gitana bellísima, Rosario. Él supo ver con otros ojos a nuestro pueblo, porque convivió con nuestro pueblo y nos amó casi a primera vista.

El mayor error que cometen muchos antropólogos es analizar la realidad con su propia mirada, con sus prejuicios y conceptos alienadores, con su ropaje discriminatorio y a veces descontextualizan nuestro ser y pretenden adaptarlo al molde cultural mayoritario, porque en el fondo, están llenos de prejuicios. Para estudiar, para entender, y analizar la cultura gitana, hay que desnudarse de viejos mitos, de toda suerte de estereotipos, hay que dejar huir tantas ideas preconcebidas que tenemos en la que se une la cultura gitana con la cultura de la marginalidad. Aseverar que “la identidad cultural gitana en su conjunto, no puede separarse del proceso histórico de marginación al que se ha visto sometida la comunidad gitana” (San Román), es ratificar que identidad gitana y marginalidad van unidas. Es una afirmación diabólica y poco acertada, porque puede malinterpretarse. Sería más acertado afirmar que el tratamiento y persecuciones que ha sufrido la comunidad gitana a lo largo de casi seis siglos, ha relegado, condenado a un pueblo entero a la grave marginalidad. Pero no afirmar lo contrario. Por favor, distingamos la cultura de la marginalidad, de la cultura gitana. Cualquier ser humano que vive en condiciones de grave marginalidad, tiene una serie de características concretas, porque está sometido a las mismas penurias y la supervivencia obliga a ejecutar acciones, a vivir de un modo propio de la exclusión social. Cuando vamos a un barrio deprimido socialmente, como por ejemplo el barrio del Polígono Sur de Sevilla, no podemos afirmar que todos sean gitanos, de hecho hay distintas nacionalidades, marroquíes , sudamericanos, payos y gitanos en su mayoría. Pero toda la masa poblacional está sometida a las mismas tensiones, las mismas carencias, las mismas circunstancias de necesidad. Sin embargo, no todos responden de la misma manera; no todos roban para comer, no todos ensucian su barrio, no todos son delincuentes. Las posibles actitudes tipificadas como delito en el margen de la grave marginalidad, NO DEBEN CONFUNDIRSE CON LA IDENTIDAD GITANA.

 Ser gitano es una forma de estar en el mundo, de ver la vida con otros ojos, de entender ciertas realidades de forma distinta, porque así nos lo han transmitido nuestros mayores.

Este retraso, la falta de información y la omisión absoluta de nuestra historia en cualquier ámbito académico, fueron las causas principales por las que he estado investigando tantos años. Conceptos como este de San Román, nos entierra aún más en nuestras propias miserias, amén de no ser cierto.  Es más, en mis veinte años de activismo, lo que más he realizado ha sido una profusa investigación, yo misma me he curtido mediante la investigación y la experiencia, sobre todo, porque yo era la primera que tenía que dar respuesta a cientos de preguntas, que en mi propio núcleo familiar, no podían contestarlas. Cada vez que le preguntaba a mi madre cosas de nuestra cultura, ella siempre me respondía del mismo modo” hija eso se ha perdido, nuestra cultura se ha perdido”, acto seguido, a mi me invadía una profunda tristeza que no hacía más que provocar en  mí un mayor espíritu crítico y una ambición desmesurada por el conocimiento de nuestra historia.

Conforme iba creciendo, iba descubriendo hallazgos históricos sobrecogedores, y empecé a utilizarlos como base de mis primeras conferencias.  En ellas explicaba las circunstancias históricas,  a través de una profunda mirada retrospectiva, descubrí los casi  seis siglos de persecuciones sistemáticas que había sufrido el Pueblo Gitano, el cruel intento de asimilación forzosa de nuestras señas de identidad etc.

Bajo mi humilde opinión, la identidad gitana está más relacionada con el concepto que ha explicado el profesor en el video, con la RESISTENCIA. Resistir, sí que ha marcado unos rasgos identitarios, resistir ha generado miedo, aversión, pérdida de identidad, hostilidades entre payos y gitanos, ha separado y casi destruido al Pueblo Gitano. Hasta tal punto que en estos pocos años de democracia aún no se ha podido superar ni solucionar la mayoría de los problemas sociales que tenemos.

Ya sabemos que las identidades no son  fijas, van cambiándose en función del devenir de sus  individuos y sobre todo, de los factores a los que esté sometido el grupo. Cada grupo puede tener unas costumbres diferentes a las de otros. Puede haber una coherencia de valores pero no una homogeneidad de costumbres. Sólo hay que observar a los gitanos de Andalucía con los de Extremadura o Madrid, hasta para pedir la mano de una mujer o mocita, tienen costumbres distintas y entre ellos mismos pueden disentir. Tener una identidad de valores comunes no significa un paisaje monótono de valores y costumbres. El pueblo gitano es diverso, es plural, está lleno de colores, en el sentido de que hay gitanos con distintas religiones; católicos, evangélicos, musulmanes, hindúes, ortodoxos etc. Aunque haya un elenco de valores morales que sí pueden ser definitorios en su identidad cultural, como pueden ser el respeto, la unidad, el valor de la familia y los hijos, el valor a las personas mayores, etc. No  se puede hablar de una única identidad gitana.

Actualmente estoy trabajando en una nueva línea de investigación, desde la salud y la interculturalidad, ese sentimiento de lucha por sobrevivir, sentimiento de miedo por quedar sometido a discriminación, racismo etc. Se ha avanzado mucho en este ámbito con el tema de inmigrantes, se reconoce hasta un síndrome, el de Ulises. Que se reconoce como un estrés que el inmigrante no puede controlar y que viven con muy poco apoyo social, tiene reconocido este síndrome hasta siete duelos en la inmigración, sus características del duelo serían: duelo múltiple y aspectos arraigados en la personalidad, familia y amigos, lengua, cultura, tierra, estatus social, contacto con la etnia, vivienda o trabajo.

Resulta que el cambio drástico de una cultura a otra produce una serie de experiencias y emociones que en función sea el duelo positivo o negativo puede llegar a producir trastornos psicológicos y somáticos. Hong y Holmes, explica que cuanto mayor sea el shock cultural, es decir, cuando más diferentes sean las culturas, mayor es el nivel de impacto, de cambio que genera en el inmigrante. En esta línea pueden parecer alteraciones en el equilibrio psíquico del sujeto. Se reconocen distintos tipos de duelo, como he mencionado: duelo parcial, duelo recurrente, duelo ambivalente, duelo transgeneracional etc. La propia universidad de Navarra, en colaboración con Cruz Roja, ha considerado el Síndrome de Ulises desde una perspectiva de la prevención, los factores de riesgo del emigrado, coinciden con los factores de riesgo de la población gitana en estado de exclusión; malestar psicológico ligado a la condición de emigrado (de gitano), falta de trabajo y recursos económicos, ocupación de viviendas inadecuadas, actividades de riesgo, discriminación. Etc.

Bien, mi pregunta es la siguiente, si la población gitana ha estado sometida a todo ese proceso de asimilación forzosa de sus señas de identidad, de la pérdida  y aniquilación de sus valores, de persecuciones sistemáticas hasta llegar a matanzas como el holocausto u otros episodios lamentables de la historia de España, ¿Cómo es que nadie ha iniciado una investigación sobre los efectos que ha producido estos hechos irrefutables en nuestra IDENTIDAD, EN NUESTRO CARÁCTER? Es lamentable que se  identifique  la marginalidad con la identidad gitana, cuando verdaderamente me atrevo a ratificar, que debería de existir un síndrome psicológico en el que desarrolle los efectos que ha producido el despojo, la infravaloración, la humillación, amputación de manos, orejas, lengua por hablar nuestra lengua, las penas de galeras y casas de misericordias, como nos cortaban el pelo para humillarnos a las mujeres gitanas, como mandaron en la Gran Redada a las niñas como sirvientas y a los niños a trabajos forzados a las minas del Ferrol, entre cientos de sucesos históricos que han perpetrado contra nosotros.

No, bajo mi punto de vista, no se ha tratado desde la investigación antropológica con rigor histórico, psicológico, humano y honesto. Siguen afectado los prejuicios y el desconocimiento, y sí, la RESISTENCIA HA MODULADO NUESTROS VALORES.

Si me preguntas, qué veo en la foto de Jacques Leonard, os diré que veo supervivencia, felicidad (sonríen algunos), paz y armonía con la vida que quieren, veo LIBERTAD absoluta, veo esencialidad, no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita, eso veo. Si me preguntas, ¿qué siento al ver esa foto?, siento pena, pena porque nunca nos verán iguales mientras la forma de entender la historia y de analizarla, sea tan dañina.

 

Bibliografía:

·         Propias investigaciones

·         Historia del Pueblo Gitano, de Santos Rivas

·         La inmigración, presente y fututo de una Integración Responsable, de Ortega Pérez y Ahmed Mohamed.

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